lunes, 9 de mayo de 2016

DESATA TU POTENCIAL

Este fin de semana lo he pasado encerrada en un teatro… oh my god!!... pero ha sido como irme de viaje dos días.

Participé en el seminario “Desata tu felicidad” que organizaba la asociación “Desata tu potencial”. A mí me interesaba más la parte de desarrollo profesional que la de personal, pero parece ser que con la experiencia que han acumulado en años de darlo, han ido transformando el seminario hacia el desarrollo personal. Porque si tú estás bien, eres capaz de lograr lo que te propongas profesionalmente también :)

Me gustaría transmitiros los conocimientos que me han transmitido a mí en el seminario, porque a todo el mundo le vendría bien ser más positivo, más feliz y mejor profesional, pero la verdad es que no sé bien cómo resumirlo. A mí misma ya se me ha olvidado la mitad :(

Personalmente, lo que más recuerdo porque tengo que ponerlo en práctica es:

Somos capaces de cualquier cosa. La gente que consigue sus objetivos no los consigue por suerte o ninguna habilidad especial de nacimiento, lo consiguen porque se esfuerzan por conseguirlos. Yo esto ya lo sabía pero como tengo poca confianza en mí misma y muchas dudas y miedos, no paso a la acción y no consigo algunas cosas porque ni siquiera lo intento. Ahora estoy más motivada a poner solución y pasar más habitualmente a la acción.

Controla tus emociones. No es útil enfadarse, odiar, estar celoso. No es nada fácil controlar las emociones, pero es cierto que es muy útil saber controlarlas, además te permite reaccionar con más frialdad y por tanto con más acierto.
Cuando te enfadas con otra persona, normalmente la otra persona no cambia de parecer, y el único que sale perdiendo eres tú por estar enfadado. Otra cosa es que dejes de relacionarte con esa otra persona (si puedes) pero enfadarte no merece la pena.
Hay que verlo todo en perspectiva, como si no fuera contigo, como si no fuera algo personal, que además no suele serlo.

No pienses y estarás en paz. Dicho así no parece que diga mucho, pero si escribo que no hay que darle vueltas a las cosas en la cabeza, ¿a qué ya lo vas entendiendo? Esto también es muy difícil de llevar a la práctica. Me gustó lo que dijeron de pensar las cosas solo una vez. Si ya las has pensado, ¿para qué volverlas a pensar? Me refiero a los pensamientos negativos, porque los pensamientos positivos puedes pensarlos cuanto quieras porque pensarlos te pone de buen humor y eso es bueno. Los negativos pensarlos te ponen de mal humor y eso es fatal.
La meditación está demostrado que es buena para la salud física y mental, y viene a ser un poco “no pensar en nada”. Yo me he propuesto meditar un poco cada día. Aunque no se me da muy bien lo de desconectar el cerebro, todo se puede aprender, lo importante es empezar :)

Cuando salí del seminario, después de dos días muy intensos encerrados en aquel teatro, la sensación era como cuando vuelves de viaje y has estado unos días desconectado de todo lo que te rodea normalmente. De hecho estuve desconectada ciertamente de todo lo demás.

¡Ah! No os he dicho lo mejor. Como hay que cultivar cuerpo y mente (mens sana in corpore sano), cada hora u hora y media nos levantábamos de las butacas y bailábamos. ¡Ha sido muy divertido! :)

lunes, 4 de abril de 2016

Días de mucho, vísperas de nada

Lo mismo ando aburrida y decaída por la inactividad, que de repente se me acumulan las quedadas :O

Todo empezó el jueves por la noche. Como quiero practicar idiomas me fui a una reunión de Couchsurfing que aunque su principal misión no es hablar inglés sino compartir experiencias entre visitantes de la ciudad y locales de la misma, en la práctica el idioma común suele ser el inglés así que me valía. Además estas actividades “hippy” siempre son interesantes, conoces gente muy diversa, con historias muy diversas, intereses diversos,… vamos que siempre aprendes cosas que ni tan siquiera te habías planteado.
En mi grupito de la quedada el que más habló era un valenciano pero que había vivido en USA y hablaba perfectamente inglés a la velocidad de habla de un español jajaja. El chico era ingeniero industrial dedicado a la aeronáutica durante unos años y que al final había decidido dejar su trabajo y volver a España y ser emprendedor (sobre visión artificial). Vamos un crack, me dejó muy sorprendida y un poco triste por no ser tan proactiva como él :P


Al día siguiente a trabajar… sí, a trabajar… en la ingeniería donde hice las prácticas del curso de eficiencia energética. Es una pequeña ingeniería que no tienen tanta faena para tener en plantilla un calculista, pero llaman de vez en cuando a alguien (principalmente a otro que debía estar de vacaciones por Pascua jejeje) para ir un día o dos y hacer algún cálculo concreto que necesiten.
Me hizo mucha ilusión que me llamaran, porque ya hacía tiempo que no sabía de ellos y el que me volvieran a llamar me dice que no debo haberlo hecho tan mal las otras veces que he ido. Sí, sí, debo confiar más en mí misma, pero ya sabes que suelo criticarme de más :( Me alegré de volver a ver a la gente, y estuvo bien el volver a calcular. Me recordó mi paso por la CNC porque hice una estructurilla similar a las fijas que planteamos allí.

¡Y a la noche cena y baile!... con lo poco que suelo salir. El caso es que quedé con la gente de cuando bailaba salsa. Además se unieron una amiga mía y un amigo suyo, que también bailan (porque la idea era ir a bailar salsa). Hicimos buen grupillo al final :) Entre que me sacaran los amigos, sacar a las amigas y encontrarme a un conocido… ¡no paré casi de bailar en toda la noche! Lo pasamos bien.
A la mañana siguiente a almorzar con algunos ex compañeros de la CNC. Por suerte no quedamos muy pronto, así que acusé un poco el dormir menos, pero no demasiado. El reencuentro estuvo bien, conocí mejor a algunos de los de “la otra oficina” y la verdad es que son todos muy majos. No me quedé a comer (que ellos sí lo hicieron juntos) porque tenía que irme al pueblo a pasar el fin de semana.
Cuando llegué al pueblo estuve un rato con la familia, jugando con los sobrinos, y luego paseo para ver el mercado medieval y el cementerio. Me gusta que la gente del pueblo se vista de medieval también, no solo los que montan las paraetas del mercado, aunque yo no lo hice :P.  También me gustó el momento “historias del pueblo” en el cementerio recordando a la gente. Recordándola mi padre, yo no conozco a nadie :O
Al anochecer hicieron en la plaza un espectáculo de fuego. Estuvo muy divertido. Nos gustó mucho a todos. El artista lo amenizó muy bien con bromas y haciéndonos participar como niños. No fue una cosa espectacular pero consiguió que todos nos fuéramos a casa contentos.

A la noche había discomóvil, pero yo tenía mucho sueño y me fui a dormir. Soy un poco marmotilla, bueno un poco bastante jejeje.

domingo, 13 de diciembre de 2015

Alcalá del Jucar

Los amigos que son muy buenos me sacan a pasear de vez en cuando. Esta vez tocó visitar Alcalá del Jucar. Un pueblecito en la ladera de un cañón del río Jucar. Bonito y pintoresco. Fue un buen día en buena compañía :)






domingo, 22 de noviembre de 2015

CNC


Trabajar en una central nuclear suena importante. Aunque lo primero que hace todo el mundo es hacerte bromas relacionadas con Homero Simpson.

Dentro de la central nuclear hay muchos puestos de trabajo, no todos tan emocionantes como pudiera parecer. Algunos ni siquiera tienen acceso a la zona controlada (que viene a ser la zona con cierto riesgo de radiación). Puedes ser barrendero, o trabajar en las oficinas y no salir de allí más que para tomar café e ir a comer.

Aún así, en la parte no controlada también puedes ver los transformadores, la zona de tratamiento de agua y las instalaciones de refrigeración, que también son muy interesantes desde el punto de vista ingenieril. Así que trabajar en una CN mola incluso si sólo te dedicas a vaciar las papeleras del reclicado :P

Yo trabajaba diseñando estructuras, principalmente andamios temporales de acceso de personas. Aunque alguna estructura fija de acceso también cayó. No suena muy tecnológico, pero tiene su parte positiva: te da acceso a todos y cada uno de los rincones de la central, porque para tareas de mantenimiento de cualquiera de los departamentos pueden necesitar un andamio.

La primera vez que entré en zona controlada estaba un poco inquieta. Llevaba un dosímetro para controlar la radiación que iba a recibir. ¿Sería mucha? ¿cómo me afectaría la que recibiera? ¿será peligroso?
Luego aprendes que no, que no es peligroso. Que sí, que vas a recibir dosis, pero que van a ser muy pequeñas y que no te van a afectar en nada. Aunque el hecho de que el dosímetro pite de vez en cuando pone nervioso. Te acostumbras y aprendes a ignorarlo, pero pone nervioso jeje.

Lo que más destacaría de haber trabajado en la central es la gente. Tuve suerte y me tocó un grupo de trabajo fantástico. La mitad del equipo éramos nuevos, temporales contratados sólo para el periodo de recarga de combustible (donde las tareas de mantenimiento se multiplican).

Lo primero que me agradó fue que se preocuparan de enseñarme la primera semana lo que tenía que hacer y cómo hacerlo. En ninguna otra empresa se habían tomado tal molestia, cosa que a mí me parece básica cuando empiezas en un nuevo trabajo, pero la gente nunca tiene tiempo para eso (o eso les parece a ellos). La segunda semana empezó el caos y ya tuvimos que improvisar y aprender sobre la marcha como es lo habitual.


Otra cosa que me gustó es que congenié muy bien con mi jefe directo. Yo le entendía y él estaba contento con que le entendiera. Y no sólo con mi jefe, la mayoría de gente era cooperativa y accesible… además de simpática y divertida en los descansos. Me reí mucho en los descansos. Un ambiente de trabajo agradable te hace el trabajo más agradable, y si trabajas a gusto trabajas mejor.


martes, 17 de noviembre de 2015

Oropesa del Mar (Castellón)

[Esta entrada es vieja, del verano, pero no llegué a publicarla y como hace tiempo que no escribo pues aquí os la dejo. Espero que os guste]


Tengo un amigo que tiene un amigo que ahora es mi amigo también :)

A este último amigo le hacía ilusión reunirnos y vernos, que no lo hacemos habitualmente. Como su familia tiene una villa y un barquito en Oropesa nos invita a pasar el día allí. A mí me gusta ver a mis amigos, por descontado, pero me hacía más ilusión salir en barco que no recuerdo haberlo hecho antes.

Como el último año no he tenido que usar casi el coche, y como soy ecologista y los coches contaminan, intento utilizarlo lo menos posible. Vamos que no me gusta cogerlo. Íbamos a compartir coche para ir los cuatro que íbamos al principio, pero al final sólo fuimos dos y por circunstancias de la vida cada uno desde un origen distinto. Nada, que al final ni redujimos coches ni nada. Bueno, el otro hizo una parte del trayecto en tren, algo es algo.

Recogí a mi amigo en la estación de tren de Castellón, “carreteamos” (callejear pero por carreteras) sin perdernos y llegamos al destino. Allí nos recibió el padre muy amablemente, luego la madre que creía que yo era la mujer del chico con el que fui :O, y finalmente nuestro amigo. Hacía tanto tiempo que no nos veíamos que reconozco que me quedé un poco sin saber qué decir.

Superado el encuentro preparamos la neverita con cervezas, agua e isotónica, se hicieron un bocata para el almuerzo (yo llevaba el mío hecho), investigamos los alrededores de la casa (el jardín zen y la tomatera cherry) y salimos hacia puerto con ilusión.

Una vez aparcado el coche y encontrado el barquito, nos descalzamos, subimos a él, colocamos la neverita en buen lugar, nuestra ropa a salvo de mojarse… En resumen, nos preparamos para salir. 

El "capitán" (el hijo del dueñodel barco) nos explicó el proceder para desamarrar y salir del muelle, y cuando intentó arrancar el motor no hubo manera. No tenía batería. Total que algunos minutos más tarde y varias llamadas de teléfono al verdadero dueño del barco y a la ayuda del puerto, conseguimos arrancar el motor. ¡Qué ilusión, nos movemos!

Yo estaba en la parte trasera del barco, y vi que uno de los manguitos echaba un líquido viscoso y oscuro al exterior. Se lo comenté al “capitán” y casi de inmediato perdió el control de la dirección del barco. El líquido perdido era el de la dirección. Como apenas nos habíamos movido, sorteamos el chocar contra otros barcos del muelle como pudimos. 

Yo tuve que aprender rápidamente a prueba-error cómo se maneja el bichero. El caso es que conseguimos parar el barco en medio del muelle sin haber golpeado nada. De nuevo llamadas de socorro. 

El aire nos empujaba y no teníamos fuerza suficiente para controlarlo. Por suerte nos empujaba por en medio del canal del muelle. Y así, poco a poco y evitando chocar, llegamos hasta el pantanal del final del muelle, donde sujetamos el barco como pudimos con las manos, porque no había ningún amarre en ese lado para atar un cabo.

Así estuvimos un buen rato. A mí se me estaban cansando los brazos de aguantar el barco que seguía queriendo moverse poco a poco con los vaivenes del viento. Me sorprendió que sin velas (es un barco a motor) y dado el peso de la embarcación, el viento fuera capaz de moverlo tan fácilmente. Claro que el agua no ofrece mucha resistencia, no sería como arrastrarlo sobre ruedas rozando la tierra.


Al final había un sitio libre en frente de nosotros, y con una cuerda desde fuera el “capitán” consiguió amarrar en ese hueco. Por fin pudimos descansar. Ahora tocaba esperar a que viniera mantenimiento del puerto y nos remolcaran hasta nuestro verdadero “hueco”. Y una vez lo hicieron se acabó la historia. 

Mi gozo en un pozo, me quedé sin navegar.


sábado, 26 de septiembre de 2015

Jalance

¡Seguimos con las mudanzas! :D

Ahora vivo en Jalance, un pueblecito en el valle de Ayora. Es bonito, está bien cuidado y tiene mucho monte y bosque alrededor. Dicen que hay jabalíes y cabras montesas. No sé si quiero encontrármelos o no... quizás de lejos :P


¿Por qué vivo en Jalance?... Pues porque trabajo en la CNC.
¿Qué es CNC?... Seguro que lo habéis deducido por la foto. Sí, la central nuclear de Cofrentes.

La central es impresionante desde el punto de vista ingenieril. Está llena de instalaciones, circuitos y tuberías enormes y por todos lados. Los edificios de contención son laberínticos, y me han dicho que sólo he visto una pequeña parte. Es cierto, no he visto casi nada.

No os preocupéis por la radiación. Hay muchas medidas de seguridad y la mayor parte del tiempo estoy en la oficina, con riesgo cero. Pero también está interesante entrar a la "fábrica". Ahí hay más riesgo, aunque sigue siendo bajo. Entrar en la zona que llaman controlada, es emocionante e inquietante al mismo tiempo. Jejeje. Emocionante ver una central por dentro, con toda su tecnología.

Por otro lado Jalance es un pueblo tranquilo de casi 1100 habitantes según la oficina de turismo. Tiene un castillo en ruinas que se ve desde mi ventana:


Lo primero que me llamó la atención del pueblo es que tiene muchas fuentes, algunas de ellas adornadas con paneles de azulejos contando la expulsión de los moriscos hacia el año 1609 si no recuerdo mal...


El valle de Ayora es una zona montañosa con bastante bosque. Como soy corredora he salido a explorarlo a trocitos. Voy por carretera y no entro por sendas por miedo a torcerme un tobillo, pero aún así la zona tiene buena pinta. El rio Jucar pasa por Jalance y riega la zona de huertas. Si tuviera más tiempo haría senderismo, pero hay que trabajar jejeje.

Os dejo unas fotillos para que os hagáis una idea...


¡Estáis todos invitados! :D

sábado, 22 de agosto de 2015

Gaibiel

Gaibiel es un pequeño pueblo de la Sierra Espadán donde nació mi padre. No hay gran cosa que hacer allí pero siempre me ha gustado ir. 


El pueblo es casi peatonal, los coches pasan para llegar o para irse pero una vez allí no lo coges para nada. El monte está al lado, puedes hacer rutas de senderismo que empiezan en cuanto dejas el pueblo. Tiene un pequeño río en el que te puedes bañar en algunos puntos si ha llovido lo suficiente. El agua está limpia y fría. Hay fuentes naturales que ir a buscar para pasearse y beber de sus aguas. Tiene piscina pública a precios populares. En la plaza mayor está la iglesia, como es lo normal. La arreglaron hace pocos años y está muy bonita por dentro y es bastante grande para el tamaño del pueblo, con un campanario que da la horas y se escuchan desde todo el pueblo. No se necesita reloj :)

La primera semana fue para disfrutar de la familia. Doce personas en una pequeña casa. Os podéis imaginar cómo nos hemos divertido ;) Bajamos al río, fuimos a la piscina, salimos de senderismo, visitamos el pueblo de al lado… Vamos lo que se puede hacer en Gaibiel jejeje.




Como es verano y están los veraneantes, el ayuntamiento organiza cosas los fines de semana para entretenerlos (y que repitan al año siguiente). Un día había desfile de moros, otro desfile de disfraces, otro concurso fotográfico… los sábados noche verbena y los domingos por la mañana castillos hinchables para los niños.




Espero que os haya gustado el pueblito. Allí os espero ;)