El martes pasado estuve en Ikea por primera vez. Muchos se extrañarán de que no hubiera ido a ningún Ikea antes, pero teniendo en cuenta que el más cercano a Valencia estaba a 300 km mínimo y que cuando voy de viaje mi prioridad no es meterme en una tienda de muebles, pues no me parece tan raro :P
El caso es que allí que fui con mis padres (y quedamos con mi hermana y sus hijos dentro). Fuimos un martes por la mañana pensando que no habría tanta gente como en fin de semana, pero había muchísima gente, parecía sábado por la tarde. Me pregunto cómo estará el fin de semana, debe de dar miedo jejeje.
Llegamos poco antes de las 10h así que esperamos unos minutillos a que abrieran. Por si no los sabíais, en mi familia somos muy puntuales... bueno, la mayoría jejeje. También fuimos a primera hora para encontrar menos gente, pero se formó una pequeña cola mientras esperábamos.
La zona de exposición, donde tienen las habitaciones amuebladas para dar ideas, me gustó mucho. Es tan grande, que pueden proponer muchas opciones. Sobretodo me gustaron los pisos piloto, los pisos de 25, 35 y 55 m2 ya distribuidos y decorados. Dan ganas de ponerse a vivir en ellos, aunque supongo que una vez viviendo empezarías a desordenarlo y no te parecería tan aceptable el espacio jejeje. Los de 25 y 35 m2 me recordaron a los estudios de París. De hecho algunos muebles de los que ví me recordaron a mi amiga de París, porqué sé que los tiene :D
Lo que no me gustó es que te obliguen a recorrerte toda la tienda. La parte de exposición tiene atajos, pero si no te la conoces mejor no arriesgarse, porque puedes acabar perdido y andando el doble. La parte de "supermercado" también tiene atajos, y además están indicados, pero aún así nos recorrimos 1/2 tienda siguiéndolos para poder salir de allí.
Resulta que mi padre está malo de la cadera y no puede estar andando o depie eternamente sin que le duela. En la zona de exposición se había ido sentando en sofás y sillas, pero cuando bajamos a la parte de supermercado, no había manera de salir sin pasar por las cajas y por tanto no había manera de salir sin recorrerse la mitad de la tienda. Cuando conseguimos llegar a los sillones para sentarnos, mi pobre papi estaba ya reventado y de mal humor por "perderse" por ese laberinto que le pareció la tienda. Eso sí, los sillones en la recepción son una buena idea.
En favor de Ikea diré que podíamos haber salido por las escaleras manuales, pero las escaleras no son idóneas para la gente mayor. Aunque si hubiéramos sabido los metros de tienda abarrotada que eran la alternativa las hubiéramos cogido :P
La zona para dejar los niños está muy bien, aunque mi sobrina de 8 años ya era demasiado alta para que la admitieran, y mi sobrino de 5 años entró feliz pero al poco tiempo ya echaba de menos a su hermana y su mamá (hubo que volver a recogerlo).
La zona de restauración también está muy bien. Hay muchas mesas y sillas para sentarse, y tiene también una zona de juego para los niños. Además de que los precios están super bien. Lo malo, que con tanta gente había cola en todos los puestos.
Resumiendo, fue una mañana de aventuras en el Ikea, ¡es como irse de excursión! jejeje.