Todo fue bastante precipitado. El viernes me llama mi jefe, el sábado me envía el billete y el domingo vuelo a Valencia.
Lo que más me llamó la atención al llegar fue la variedad de culturas en el metro. Había una familia de indios (o similar) con las mujeres de pelo largo trenzado y los vestidos-blusón y el pañuelo largo hacia atrás. También había un negro trajeado. Y una negra vestida de domingo, con un vestido de colores vivos y un panuelo envuelto en la cabeza también de color vivo. También subieron durante el trayecto varios asiáticos, aunque como vestían "normal" llamaban menos la atención, y turistas europeos que sabías que no eran de aquí porque hablaban en otro idioma. De hecho parecía que la gente "de toda la vida" era sólo la gente mayor. Eso me dió un poquito de pena. Me gusto la diversidad cultural de Valencia. Pero se pierde un poco el sentimiento de volver a casa.
Cuando salí del metro ya no vi tanta diversidad, pero lo que sentí es un calor pegajoso que me recordó que estaba en casa jejeje, hay cosas que no cambian.
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