martes, 10 de junio de 2014

Yo tenía una granja en África

Con esta frase empieza la película "Memorias de África".

Cuando llegué a Sudáfrica no me gustaba tener que ir en coche a trabajar, venía de ir andando a la oficina en París y en Madrid. Al irme de SA echo de menos los paseos tranquilos en coche viendo amanecer y anochecer en las llanuras centrales del estado en que vivía. Me gusta caminar, pero también me gusta la naturaleza, los cielos expectaculares, con sus nubes, sus rayos en la distancia, los animales que puedes encontrar en sus llanuras y que yo iba buscando con la mirada para verlos, huidizos a veces, curiosos otras.

También echaré de menos a la gente del trabajo. Pienso que tuve suerte de participar en un grupo de trabajo con buena gente. En general todos colaborando por un objetivo común pese a pertenecer a empresas diferentes. Como digo, gente maja, a la que también echaré de menos. Muchos días repitiendo las mías rutinas, las mismas bromas,... uno se acostumbra y luego lo extraña.

A ninguno de mis compañeros de trabajo le gustaba mi "casita de muñecas". Uno de ellos incluso había vivido también allí y no quería repetir. Sin embargo yo estuve muy a gusto en ella. Tenía sus ventajas, y creo que supe apreciarlas.

A toro pasado sólo se recuerda lo bueno, y se olvida lo malo. Aún así ha sido una buena y bonita experiencia. Me dan ganas de partir a cualquier otro destino con la ilusión de volver a encontrar gente maja, paisajes bonitos y nuevas aventuras. Incluso me haría ilusión volver a repetir proyecto con la misma gente.

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