Entrenar con un equipo, con un entrenador, con un plan de entrenamiento, con gente que comparte tu aficción está muy bien, pero tiene sus consecuencias.
Está bien seguir un plan para no dormirse y para no hacer siempre lo mismo sin progresar. Pero seguir un plan significa también esforzarse.
El lunes fue el primer día que hicimos ejercicios de fuerza: sentadillas, triceps, biceps...
¿La consecuencia? Al día siguiente agujetas, sobretodo en los glúteos. Aún así conseguí volver a entrenar y acabar dignamente el entrenamiento del martes. Pero el miércoles me levanté que me dolían las agujetas aún más, cada vez que me sentaba, me levantaba o cambiaba de posición en general, me dolía tanto que lo hacía despacio, pensando cada paso. Realmente me sentí muy mayor :(
De hecho me recordé a mi padre, que pobrecito tiene la cadera desgastada, le duele y no puede caminar. Él por un motivo y yo por otro, pero hacemos movimientos similares cada vez que nos levantamos o sentamos. Nos movemos despacio, nos ayudamos apoyando las manos donde podemos, y vamos diciendo "uy,ay,uy" al movernos. Muy triste.
Hoy ya empiezo a mejorar, a mí se me pasará enseguida, a mi padre no. Pobrecito, él tiene que seguir viviendo en esas condiciones. Muchos ánimos desde aquí.
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